Luis Salazar: «Los proyectos con RCA favorable están sujetos a mayores restricciones y fiscalizaciones ambientales».

Luis Salazar: «Los proyectos con RCA favorable están sujetos a mayores restricciones y fiscalizaciones ambientales».

Luis Salazar es Ingeniero Ambiental en GreenRiver y estudiante de un Magíster en Gestión de la Construcción y Sustentabilidad.  

 Luis ha dedicado su carrera al cumplimiento ambiental y a gestionar proyectos de construcción e infraestructura de manera sostenible. Con experiencia en proyectos industriales, inmobiliarios y de vialidad, ha trabajado en todas las fases, desde la construcción hasta el cierre, adoptando siempre un enfoque responsable y comprometido con el medio ambiente.  

A lo largo de su trayectoria en GreenRiver, Luis ha enfrentado numerosos desafíos desarrollando estrategias innovadoras para promover prácticas sostenibles en las empresas chilenas. En esta entrevista, Luis comparte sus aprendizajes y reflexiones sobre el papel que ha ido ganando la sostenibilidad en Chile y las barreras que aún enfrentan las empresas. 

En tu experiencia trabajando en proyectos de infraestructura vial y construcción, ¿cuáles son los mayores desafíos que enfrentas para asegurar el cumplimiento de las normativas ambientales vigentes en Chile? 

Los proyectos de infraestructura vial y edificación presentan diversos desafíos en cuanto al cumplimiento de normativas ambientales. Para entender mejor esta situación, es importante distinguir entre los proyectos con Resolución de Calificación Ambiental (RCA) y aquellos que no la tienen por no ser requerida. 

En los proyectos sin RCA, uno de los principales desafíos es la capacitación y concientización de los colaboradores en todos los niveles jerárquicos. Al no contar con este instrumento de gestión ambiental, los compromisos se vuelven más ambiguos y difíciles de cumplir, especialmente en áreas como la correcta gestión de residuos o la gestión eficiente del recurso hídrico durante la construcción.  

Por otro lado, los proyectos con RCA favorable están sujetos a mayores restricciones y fiscalizaciones ambientales. Aquí, el desafío radica en la adecuada gestión y sistematización de los compromisos ambientales, lo que incluye desde la tramitación de permisos sectoriales (con carácter ambiental o mixtos) hasta la correcta interpretación normativa. Además, es importante estar siempre preparado para una posible fiscalización por parte de las autoridades competentes. 

En ambos casos, el mayor desafío que he identificado es que las empresas constructoras asignen los recursos adecuados y suficientes para contar con un equipo de profesionales ambientales calificados, tanto en terreno como en asesoría externa. Esto incluye no solo contar con el personal adecuado, sino también disponer de la infraestructura necesaria para gestionar los impactos ambientales de manera efectiva. Solo así se puede garantizar el cumplimiento normativo, prevenir y mitigar impactos, y gestionar eficientemente los recursos, asegurando un desempeño ambiental sólido y responsable. 

Con la adaptación a las nuevas regulaciones ambientales, ¿cómo ha cambiado la forma en que se gestionan los proyectos en términos de cumplimiento? ¿Crees que las empresas están preparadas para adaptarse a los estándares actuales? 

Los proyectos de infraestructura vial han ido adaptándose a las normativas vigentes, como el cumplimiento del Manual de Carreteras, lo que ha resultado en una disminución de residuos y en el fomento de la reutilización dentro del propio proceso. Por ejemplo, en mi experiencia, el material asfáltico proveniente de fresado se dona a las comunidades cercanas para mejorar sus terrenos, lo que no solo reduce los costos asociados al traslado del material, sino que también genera un impacto positivo en las comunidades, beneficiando a escuelas, juntas de vecinos, entre otros. 

En los proyectos de edificación, la gestión de residuos, la eficiencia hídrica y la economía circular han adquirido mayor relevancia gracias a la implementación de normativas nacionales. Esto ha impulsado a las empresas a optar por soluciones más sostenibles, como los servicios modulares ofrecidos por empresas industrializadoras, que reducen significativamente la generación de residuos y optimizan los tiempos de construcción. Además, la implementación de las Declaraciones Ambientales de Productos, fomentada por el MINVU, está motivando a las empresas a seleccionar materiales y ecomateriales con un menor impacto ambiental a lo largo de todo su ciclo de vida. 

Sin embargo, estas medidas aún avanzan a un ritmo lento, ya que muchas no son obligatorias. Por ello, considero que, para que una empresa esté realmente preparada para adaptarse a los estándares actuales, debe ver el cumplimiento ambiental no solo como una obligación, sino como una oportunidad para la mejora continua. Es necesario ir más allá de los requisitos mínimos, adoptando prácticas que eleven los estándares internos y fomenten la integración de las buenas prácticas ambientales en todas las fases del proyecto. Esto implica un cambio cultural dentro de las empresas, desde la actitud hacia la sostenibilidad hasta la implementación de sistemas de gestión ambiental efectivos que impulsen esta transformación. 

¿Podrías compartir algunas de las estrategias o herramientas que utilizas para garantizar el monitoreo efectivo del cumplimiento ambiental durante las distintas etapas de un proyecto? 

Una estrategia efectiva que he utilizado para garantizar el monitoreo y seguimiento del cumplimiento ambiental es el uso de matrices de compromisos ambientales. Estas matrices permiten sistematizar todos los compromisos identificados en un proyecto, abarcando todas sus fases, desde la etapa de planificación (previa a la construcción) hasta el cierre o abandono del proyecto. Una de las claves para su éxito es incluir en ellas la periodicidad de revisión de cada compromiso y asignar responsables específicos para su cumplimiento, con fechas límite claras y sistemas de alarmas que aseguren su seguimiento oportuno. 

Un aspecto fundamental es la vinculación de los compromisos a las normativas ambientales vigentes. Esto no solo facilita el cumplimiento de la normativa, sino que también permite establecer el rango de gravedad de cada compromiso, lo que ayuda a priorizar aquellos que son más críticos y que podrían tener mayores implicancias ambientales o legales en caso de incumplimiento. Este enfoque garantiza que se atiendan primero los compromisos con mayor impacto, optimizando los recursos disponibles. 

Lo que más me gusta de esta herramienta es que permite asignar un ID único a cada compromiso, lo que facilita la organización de los métodos de verificación. Esto resulta útil tanto para auditorías internas como para fiscalizaciones externas por parte de las autoridades, ya que tener los compromisos bien identificados y documentados asegura que estemos siempre preparados. 

Para implementar este sistema de monitoreo, es fundamental mantener una comunicación eficiente entre las diferentes áreas de la organización. Las cuestiones ambientales son transversales, y su cumplimiento depende de todos los departamentos involucrados. Por lo tanto, es necesario que cada área entienda su rol en el proceso y se comprometa activamente con los objetivos ambientales del proyecto. 

Mientras estás en tu preparación de tu Máster en Gestión de la Construcción y Sustentabilidad, ¿cómo has integrado los principios de sostenibilidad en los proyectos en los que trabajas?  

Participar en el magister ha sido un desafío, especialmente porque en el área de la construcción son pocos los profesionales ambientales con experiencia en terreno que hemos trabajado directamente con ingenieros en construcción, civiles y arquitectos. No obstante, en los últimos años, el concepto de sostenibilidad ha comenzado a integrarse de manera más fluida en las discusiones entre estos profesionales. 

En el ámbito de la construcción, la sostenibilidad abarca no solo la gestión de los recursos ambientales, sino también la prevención de la explotación excesiva de recursos naturales y la minimización de la generación de residuos.  

Un ejemplo concreto es la aplicación de cálculos avanzados de transmitancia térmica en materiales vinculados a métodos de bioconstrucción, que buscan ser amigables con el entorno, aprovechando los recursos cercanos y generando un menor impacto ambiental en diferentes territorios.  

Estos métodos constructivos no solo son más sostenibles, sino que también aumentan la eficiencia térmica en viviendas y otras edificaciones, mejorando el confort térmico y disminuyendo la posibilidad de condensación interna, lo implica menor generación de hongos y la prolongación de la vida útil de los materiales.  

Esto, además, permite reducir o eliminar el consumo energético alternativo para calefacción y ventilación, utilizando métodos de ventilación pasiva desde el diseño teórico y arquitectónico de la edificación. 

Además de cumplir con la normativa ambiental y del ámbito de la construcción vigente en Chile, hemos incorporado normas ISO relacionadas con la sostenibilidad de los materiales de construcción. Fomentamos que los proyectos utilicen materiales con la menor huella ambiental posible, lo que reduce el impacto ambiental, y permite que las empresas y edificaciones se certifiquen bajo estas normas, obteniendo un reconocimiento por sus buenas prácticas. Esta tendencia responde a las preferencias del mercado nacional, donde tanto clientes como inversionistas están optando por empresas y métodos constructivos más eficientes y con menor huella ambiental. Como resultado de estas acciones, los estándares de sostenibilidad dentro del mercado están aumentando, y la sostenibilidad se está convirtiendo en un requisito para competir en el sector de la construcción. 

¿Cómo están influyendo las nuevas tecnologías en la construcción sostenible? ¿Podrías destacar alguna innovación reciente que crees que será clave para reducir los impactos ambientales en el futuro de la construcción? 

Las nuevas tecnologías están teniendo un impacto transformador en la construcción sostenible. Herramientas como la inteligencia artificial (IA), la robótica, y metodologías colaborativas como BIM (Building Information Modeling) y el Last Planner System (LPS) han mejorado la eficiencia operativa en los proyectos, reduciendo errores, optimizando el uso de recursos y fomentando una mejor coordinación entre los equipos. Esto contribuye a la reducción de costos y minimiza el impacto ambiental al disminuir los residuos y optimizar la gestión de materiales. 

Una innovación clave en el ámbito de la construcción de viviendas es el impulso hacia la industrialización. Un ejemplo reciente de esto es la Resolución Exenta N°52 de 2023 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que establece criterios específicos para la evaluación de empresas industrializadoras. Esta normativa garantiza que las empresas cumplan con estándares de producción y calidad, y sigan procedimientos rigurosos para ser aprobadas bajo las regulaciones gubernamentales. Esto estandariza y da seriedad a la industria, que también fomenta la construcción de viviendas más rápidas, eficientes y con una menor generación de residuos. 

Este tipo de instrumentos aceleran los tiempos de construcción y mejoran la sostenibilidad. Además, generan un impacto positivo en el sector al promover prácticas más responsables y alineadas con los principios de la economía circular y la eficiencia energética. 

Cada vez se les da más importancia a las certificaciones ambientales en proyectos de construcción. ¿Qué papel juegan estas certificaciones en los proyectos y cómo influyen en la planificación y ejecución de estos? 

Las certificaciones ambientales en los proyectos de construcción aseguran el cumplimiento de estándares sostenibles y fomentan la eficiencia energética, el uso responsable de recursos y la mitigación del impacto ambiental. En Chile, políticas como Energía 2050 y certificaciones como LEED y la Calificación Energética de Viviendas (CEV), están influyendo directamente en la planificación de los proyectos desde su diseño. Estas iniciativas promueven edificaciones más eficientes, con menor huella de carbono y mejor calidad de vida para sus ocupantes. 

Certificaciones locales como la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) y la Certificación de Edificio Sustentable (CES) aseguran que tanto proyectos residenciales como no residenciales cumplan con altos estándares de sostenibilidad. A su vez, el Compromiso PRO de la Cámara Chilena de la Construcción fomenta prácticas sostenibles en el sector privado, promoviendo el uso de materiales verdes y la responsabilidad social.  

¿Cómo se está aplicando el concepto de economía circular en los proyectos de construcción en los que trabajas, especialmente en la gestión de residuos y la reutilización de materiales? 

El concepto de economía circular se está integrando cada vez más en los proyectos de construcción en los que trabajo, particularmente en la gestión de residuos y la reutilización de materiales. En este contexto, la NCh 3562 del 2019 del MINVU ha sido una guía para implementar prácticas de manejo responsable de residuos en la construcción, promoviendo la reducción, reutilización y reciclaje de materiales.  

Además, gracias a una mirada colaborativa entre los titulares de los proyectos y los mandantes, junto con la inclusión de personal capacitado ambientalmente, se ha logrado implementar sistemas eficientes de reducción y gestión de residuos. La creación de sitios de almacenaje para material sobrante en los mismos proyectos facilita su reutilización, mientras que la donación de estos materiales a comunidades aledañas es una práctica que refuerza el compromiso social de los proyectos. Es fundamental que estas iniciativas vayan de la mano con la capacitación continua de todas y todos los trabajadores y profesionales, apoyados por políticas internas de las empresas y exigencias ambientales tanto del sector privado como público, garantizando un enfoque integral hacia la economía circular. 

¿Cuáles son los tipos de proyectos que más te han llamado la atención trabajando con GreenRiver?  

Dos proyectos que han captado especialmente mi atención trabajando con GreenRiver son, primero, un proyecto industrial de gran envergadura, donde nuestra misión era evaluar la conformidad ambiental de los compromisos de la empresa, abarcando todas sus Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA). Lo más destacable de este proyecto fue la complejidad derivada de la gran cantidad de compromisos ambientales asociados a las distintas RCA. Nuestro trabajo consistió en evaluar el porcentaje de cumplimiento a través de verificaciones documentales e inspecciones en terreno, y colaborar con el equipo ambiental de la empresa para optimizar los procesos. Esta experiencia me demostró que el trabajo colaborativo es fundamental, ya que diferentes perspectivas permiten identificar aspectos que podrían haber pasado desapercibidos. 

El segundo proyecto que me causó impresión fue el seguimiento ambiental de flora y fauna en un proyecto vial del MOP en una zona geográficamente aislada, donde el personal debe operar desde un campamento de faena para conectar localidades distantes. Me llamó la atención cómo, además de gestionar los residuos generados, hay un esfuerzo significativo por parte del sector público y privado para minimizar la perturbación de la fauna local, lo que refleja la conciencia sobre la importancia de integrar prácticas sostenibles en proyectos de construcción, respetando la biodiversidad y las políticas públicas. 

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